miércoles, 12 de junio de 2013

En el Día Mundial por la Erradicación del Trabajo Infantil, 12 de junio 2013


Rafael Antonio Montero Solís
Director Ejecutivo ISACC

El informe anual presentado por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), advierte que en el marco de la desaceleración económica mundial, los esfuerzos para eliminar las peores formas de trabajo infantil están perdiendo fuerza.

En el citado Informe global sobre trabajo infantil, se afirma que el número mundial de niños trabajadores ha disminuido de 222 millones a 215 millones durante el período 2004 – 2008, cifra que para nada es halagadora.  Es decir, “una desaceleración en el ritmo de reducción a nivel mundial” de un 3 por ciento. Menciona también la preocupación de que la crisis económica mundial pueda “frenar” el avance hacia el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016.

Se afirma además, que el mayor progreso se ha registrado entre los niños y niñas de 5 a 14 años. En este grupo, el número de niños y niñas trabajadores disminuyó en un 10 por ciento. El trabajo infantil entre las niñas disminuyó de manera considerable (en un 15 por ciento). Sin embargo, aumentó entre los niños (de 8 millones, que corresponde a un 7 por ciento). Además, el trabajo infantil entre los jóvenes de 15 a 17 años aumentó en un 20 por ciento, de 52 millones a 62 millones.

Esta realidad que sin duda nos hace reflexionar sobre el tipo de humanidad que somos, sobre las formas de entender el desarrollo, sobre el lugar que damos a los seres humanos y en especial a las niñas y niños, en relación a otros aspectos como la economía, la política, etc. no son nuevos, pero no por eso dejan de ser datos escalofriantes.

Hace 34 años, cuando apenas tenía 18 años de edad, sin muchas herramientas e información desde la casa de mis padres aun, reflexionaba sobre estas realidades y mi inquietud y rebeldía que desde esos momentos vibraba dentro de mí, me llevaron escribir unas líneas, que convertidas en verso y canción, las llevé por varios años de mi juventud a varios lugares, tratando desde mis posibilidades de entonces, de hacer alguna conciencia sobre este flagelo de ese tiempo y de hoy, que seguramente solo se diferencia en el incremento de las dimensiones, o de la visibilización del hecho. En este 12 de junio, comparto esas líneas con Ustedes, no por creer que sean una alternativa, sino para que, como fue mi idea original hace 34 años, retomemos con mayor fuerza el compromiso por cambiar la injusticia, sobre todo en este caso que está dirigida contra niñas y niños:

Conciencia de humanidad.

Autor: Rafael Antonio Montero Solís
Fecha: Año 1979
Lugar: General Viejo, Pérez Zeledón, San José Costa Rica.

Sentados en las aceras,
Corriendo por las esquinas,
Limpian botas en los parques, fisgonean en las esquinas.
Con su sonrisa muy tierna, pero que muestra tristeza,
Con su pobreza en los ojos, así es su andar en la tierra.
Esos son ellos, los pobres niños,
Que no conocen lo que es cariño.
Que no han tenido nunca un hogar, que no han sabido lo que es que un padre les lleve el pan.

Deambulando por las ciudades,
Mirando a los otros niños, que corren con sus juguetes y reciben el cariño.
En su pasado solo hay tristezas, en su presente solo miserias.
¿Habrá un mañana que sea mejor, o habrán nacido solo para el dolor?

Hombres del mundo es nuestro deber,
Ayudar a estos niños que pronto van a crecer,
El forjarles un mundo mejor, un mañana más justo,
En donde brille la luz del sol y el amor de la humanidad.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

Estoy enamorada de mis zapatos


En algún post anterior he hablado de mi paranoia por no caminar largas cuadras a pie, les había mencionado que hace algunos años me diagnosticaron osteotendinitis, eso fue después de que me hiciera el examen de osteoporosis y saliera con osteopenia severa, la cual, según yo, se me curó porque yo así lo declaré por mi fe en los milagros y en la medicina.

En fin, que luego de pasar dos años enteros (2007-2008) usando una plantilla para mis zapatos, tomando calcio más vitamina D y alendronato, siento que mis huesos están más fuertes y me he aventurado a usar zapatos altos, cosa que me encanta, pero siempre me duelen los pies y tendones cuando lo hago, además de que se me doblan con facilidad los pies.

Pero en este año, para mi cumpleaños, me fui a buscar unos zapatos, debo confesar que fue amor a primera vista, me los medí y no me fijé en el precio porque ya estaba enamorada, caminé un poquito con ellos y decidí llevármelos, ni siquiera ajusté para el vestido, me quedé con los zapatos que costaban $152, y que la buena vendedora me convenció de que estaban en promoción ese día a $79.00 y yo dije: ¡ganga! Jajajaja más me valía convencerme de ello y me los llevé.

Nunca había escuchado de esta firma: Arezzo, pero estoy enamorada de toda su línea. Es una marca brasileña y los zapatos son bastante altos pero súper comodísimos. Si lo dice una “casi tullida” como yo, pueden estar seguras de que su precio lo vale.

domingo, 15 de agosto de 2010

Boda Rociera

Este video, a pesar de que no me considero una mujer tan romantica, me hizo llorar al verlo...que sorpresa mas emocionante y romantica...Boda Rociera

lunes, 19 de octubre de 2009

Un día con Allan y Gaby


Esta noche solamente quiero escribir, no importa qué, solamente quiero dejar que mis dedos escriban y pueda sacar un poco de lo que tengo que contar.

En realidad no planeé antes este día y tampoco me imaginé que la pasáramos tan bien. Allan ha sido mi amigo por muchos años y cada vez que pasamos juntos es una experiencia bonita, nunca nos hemos enojado el uno con el otro, siempre nos hemos apoyado y escuchado, es ese tipo de amigos que esperas conservar hasta que mueras. Recientemente, gracias a esta herramienta cibernética llamada twitter, conocí a Gaby, ella es una chica genial, a pesar de su edad es bastante madura y sobre todo muy inteligente. Ella se autodenomina “chica problema” pero en realidad yo no lo veo así, es una chica como yo, en muchas cosas siento que me veo en ella cuando tenía su edad.

Al inicio mencioné que no planeamos esta velada, decidí pasar el día en casa de Allan y cuando llegué nos dispusimos a pedir algo para comer en casa y ver una película, así terminamos comiendo pizza con panes de ajo y viendo una comedia por televisión por cable, luego otra peli, ahí en su cuarto haraganeando como si la vida fuera solo descanso y comida. Fuimos luego al supermercado a comprar algo de cocinar para la cena, porque queríamos comida “de verdad”.

Escuchando el programa “Canta Brasil”

Mientras nos disponíamos a preparar la cena nos llegó un mensaje de texto al celular de Gaby, nuestra amiga, a quien ya le faltaban unos minutos para salir al aire en el programa radial que dirige con música popular brasileña. Cambiamos la radio de estación y escuchábamos a Gaby y la música que programaba, también escuchamos los saludos que nos envió. Le mandamos otro mensaje de texto a su celular notificándole que estábamos cocinando, entonces por la radio nos hizo saber que se nos uniría al terminar el programa, algo que nos pareció genial a ambos, sobre todo porque la radio en la que ella trabaja está contiguo a los apartamentos en donde renta Allan. Así que Gaby no se hizo esperar y en cuanto terminó el programa llegó a cenar con nosotros, quienes ya teníamos la cena servida.

Nuestra rica cena

Cabe mencionar que la cena estaba suculenta, una ensalada de lechuga con tomates, pepino y zanahoria, aderezada con italian dressing, queso parmesano y pimienta; chuletas de cerdo ahumado, y papas salteadas con ajo, mantequilla y pimienta que preparó Allan, mmm realmente riquísimo todo. De postre tomamos té helado con un bombón de chocolate, vaya dieta!

Pero no dudo que valió la pena, porque una comida nunca está del todo exquisita sin una amena conversación, y eso fue lo que le dio el toque especial a nuestra noche.

La alegría y entusiasmo de Gaby, las apreciaciones y puntos congruentes de Allan y mi rápida manera de hablar, como si fueran en persecución mía, hicieron de la cena una súper velada.

Viendo Sex and the City

Mientras cenábamos, recibí un mensaje de texto de una amiga quien me anunciaba que en pocos minutos pasarían la película Sex and the City por HBO, rápidamente se lo comuniqué a mis vecinos comensales la noticia y nos dispusimos, nuevamente, a ver tele.

Mientras nos divertíamos y yo casi sollozaba por mi escena favorita de la película, es cuando Big deja plantada a Carrie, Allan sentía que su nivel de testosterona disminuía por los comentarios nada machistas que Gaby y yo hacíamos, es imposible ver esta película, ser una chica y no solidarizarte con cada caso que plantea. En realidad, no sabemos de dónde nos viene tanta fortaleza a las mujeres para amar, caer y sufrir, encima perdonar y seguir siendo nosotras mismas.

Tomando té caliente en el corredor

Definitivamente, la noche no podía terminar mejor; luego de ver la película y de que Allan recuperara su testosterona, es que es big fail ver esa peli con dos chicas, fuimos a la cocina a lavar los trastos y prepararnos un té de fresa, pusimos unas sillas en el corredor y nos dispusimos a disfrutar de la cálida noche que nos embrujaba con los temores de un terremoto, recordando catástrofes y pérdidas familiares, yo hablando de mi pueblito natal, para concluir con las experiencias que todos recordamos del huracán Mitch y de cómo esta tragedia nos marcó y volvió más unidos en nuestras familias. En fin no nos dimos cuenta en qué momento se hicieron casi las once de la noche, así que pusimos pies en polvorosa y nos despedimos, no sin antes agradecer a la vida y a la amistad por haber pasado una bonita tarde-noche.